En cada fecha de cierre, la entidad debe evaluar si el valor en libros de sus activos financieros es totalmente recuperable; pues si no, debe reconocer pérdida por deterioro del valor. Los activos financieros del tipo “cuentas por cobrar” se miden al valor presente de los flujos futuros de efectivo.
“Si el valor presente de los flujos de efectivo futuros es menor al valor en libros, la entidad debe reconocer, de inmediato, una pérdida por deterioro del valor”
Los activos clasificados como instrumentos financieros del tipo cuentas por cobrar deben medirse por el modelo del costo amortizado utilizando la tasa de interés efectiva del instrumento, de acuerdo con el párrafo 11.14 del Estándar para Pymes. Este valor presente es el que se debe usar para medir el deterioro del valor de los activos en cuestión. Si el valor presente de los flujos de efectivo futuros es menor al valor en libros, la entidad debe reconocer, de inmediato, una pérdida por deterioro del valor.
La pérdida por deterioro del valor no debe diferirse, ni es recomendable retrasar su reconocimiento hasta períodos futuros; se debe reconocer de manera inmediata, tal como lo establece el párrafo 11.21 del Estándar para Pymes. Cabe anotar que, para medir un instrumento financiero a valor presente, se requiere conocer el plazo de pago (o los diferentes plazos para los diferentes pagos), la tasa de interés y el monto a recaudar.
Flujos de efectivo futuros
Los flujos de efectivo futuros son los valores que la entidad va a recibir por parte del deudor. Se supone que el deudor pagará, en un momento futuro, el valor nominal del instrumento (por ejemplo, el valor de la factura), más los intereses que se hayan pactado; aunque en muchas ocasiones no se pacta ninguna tasa de interés, o se tiene por costumbre no cobrarla.
También puede ocurrir que la entidad le condone al deudor una parte de su deuda. En ese caso, la parte condonada debe reconocerse inmediatamente como gasto en el estado de resultados.
Es posible que el flujo estimado de efectivo a recaudar sea cero, por ejemplo en los casos en los que el deudor no se pueda ubicar, o haya iniciado un proceso de liquidación en el cual las expectativas de recaudo sean mínimas. Si es así, se debe deteriorar por completo la cuenta por cobrar.
Plazo
El plazo corresponde al lapso que transcurrirá entre la fecha de medición y la fecha en la cual se estima que se obtendrá el pago por parte del deudor. Lo ideal es que este lapso sea acordado contractualmente. Si no existe plazo acordado, sino que la cartera ya se encuentra en mora, entonces la entidad debe estimar, haciendo uso de su juicio profesional, el tiempo que le tardará obtener el pago de la deuda.
No se debe confundir el plazo con los días de mora. Algunas entidades usan los días de mora como tiempo para medir los flujos de efectivo a valor presente, pero esta metodología es equivocada, y lo que produce es un diferimiento de la pérdida, lo cual prohíbe la norma.
Tasa de interés
La tasa de interés que se debe utilizar para medir los flujos de efectivo futuros es la que haya sido pactada para el instrumento. Si el instrumento no tiene tasa pactada, entonces debe utilizarse una tasa de interés adecuada para un instrumento financiero similar, teniendo en cuenta el perfil del deudor.
Por ejemplo, si la deuda corresponde a un pedido de mercancía que aún no ha sido pagado, seguramente el cliente no ha aportado ninguna garantía real (como una hipoteca o una pignoración), por lo tanto la entidad puede aplicar una tasa de interés de créditos de consumo.
Si el cliente tiene un perfil de riesgo crediticio alto, la tasa de interés también se verá afectada.
Caso práctico
Vástago Bienes y Capitales vendió mercancía a un cliente por un valor de $100.000.000, acordando el día 30 de noviembre del 2018 como plazo máximo para pago. Llegada la fecha, la entidad no había recibido el dinero, por lo cual se dio a la tarea de evaluar si esta cartera estaba deteriorada.
La entidad contactó al cliente y este le manifestó que tenía problemas de liquidez, ofreció pagar los $100.000.000 en una única cuota, en un plazo de 24 meses, y constituyó una hipoteca para garantizar el pago. La entidad aceptó la propuesta y procedió a elaborar un contrato de mutuo, con garantía hipotecaria, por ese valor. No se pactaron intereses.
En este caso, las variables que la entidad debe utilizar para medir el valor presente del instrumento son las siguientes:
Monto: $100.000.000
Plazo: 2
Tasa de interés: 10 %
La tasa de interés corresponde a las tasas promedio del sector financiero para créditos de corto plazo con garantía hipotecaria.
El valor presente calculado es: $82.644.628
La diferencia entre este valor y el monto inicial de la deuda debe reconocerse en el estado de resultados como pérdida por deterioro de cartera.
A lo largo de los dos años de plazo, la entidad reconocerá un ingreso por concepto de intereses, de tal forma que la cuenta por cobrar tendrá de nuevo un valor de $100.000.000 al momento del recaudo del dinero.
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