El ministro Cárdenas destapa las cartas sobre las reformas que dejará en el Congreso antes de irse.
Mauricio Cárdenas, ministro de Hacienda, uno de los que ha permanecido por más tiempo en la actual administración.
En pleno debate electoral, cuando los candidatos a la presidencia se la juegan apostando por subir o no subir los impuestos, lo que a los técnicos les parece populismo, el propio Fondo Monetario Internacional (FMI), que por demás, sorprendió con una baja en su proyección de crecimiento de la economía en el 2018 (de 3 a 2,7 %) y recomendó seguir recortando las tasas de interés del Emisor, también le dijo al ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, que no ve la necesidad de una nueva reforma tributaria en el país. #sas_9343
Esto, porque la que se hizo en el 2016, con todo y las críticas que ha tenido, principalmente por haber ayudado a frenar el consumo de los hogares con el incremento del IVA, sería suficiente para que el Gobierno pueda obtener los ingresos necesarios que le permitan mantener a raya el déficit fiscal. Claro está, paralelamente se tendría que organizar el gasto público e impulsar el crecimiento de la economía.
Con esas prerrogativas, y pese a la brevedad del tiempo que le resta al actual Gobierno, a los 40 proyectos de ley que ha tramitado Cárdenas desde que está en el Ministerio de Hacienda (2012) se sumarán otros tres más, adicionales a la propuesta obligatoria, de presupuesto general para el 2019, que tramitará ante el Congreso el actual ministro, quien habló con el equipo económico de EL TIEMPO sobre lo que queda por hacer.
¿Cuáles son los proyectos de ley que tramitarán en este último tramo de la administración?
El énfasis estará en los proyectos de ley en curso. Sin embargo, habrá tres claves. Además de cumplir con el mandato constitucional de presentar el proyecto de presupuesto 2019, radicaremos la reforma de la moneda colombiana; un proyecto de ley necesario que es la reforma de la Ley 715, es decir, la que regula el régimen de transferencias del Sistema General de Participaciones (SGP), no para cambiar la fórmula para asignar el monto que es por Constitución, sino para reorganizar su distribución. Y una propuesta legislativa en regalías, para establecer nuevas reglas de juego al Fondo de Ciencia y Tecnología, lo que ha sido concertado con la comunidad científica, de manera que se financien los proyectos que necesita ese sector.
¿Sobre el presupuesto 2019, con los mejores precios del petróleo habrá espacio para subir la cifra?
El año entrante hay que seguir bajando el déficit fiscal. El pico fue el 2016, cuando estuvo en 4 por ciento; en el 2017 bajó a 3,6. Este año tiene que llegar a 3,1, y el año entrante debe ser aún menor. Esto sugiere que el presupuesto del 2019 tiene que ser hecho sobre una base de mucha austeridad. Tendrá que reflejar una reducción del gasto como en los dos años anteriores.
Suena difícil bajar gasto público y cumplir la regla fiscal que no permite aumentar déficit. Solo queda la opción de más impuestos.
La misión del FMI que estuvo la semana pasada en Colombia no habla de reforma tributaria. Ellos dicen que el país no la necesita, pues la que se hizo tiene las cosas bien estructuradas. Por ejemplo, la lucha contra la evasión puede mejorar el recaudo, solo aplicando las herramientas que tiene la Dian. Entonces, el FMI dice que no ve espacio para bajar los impuestos, pero tampoco para agregar nuevos o aumentarlos. La agenda económica tiene que ser la del crecimiento. No hablan de reforma tributaria, lo cual es importantísimo.
¿Entonces, para ellos, la reforma clave es la pensional?
Al final del informe, el FMI remata con una pregunta que no ha resuelto nadie, ni siquiera la Comisión del Gasto Público, y es el dilema que hay alrededor de la reforma pensional, pues el consenso dice que se debe mover el sistema actual a un sistema de pilares. Eso implica que se cree un primer pilar en el que todos ahorran sobre un salario mínimo y estos recursos van a un fondo que el día de mañana va a garantizar el pago de un salario mínimo. En otro pilar está el que tiene capacidad de aporte adicional, lo que se haría en un fondo distinto.
El dilema, que es tremendo, está en quién lo administra: Colpensiones o los fondos privados. Porque las opciones son: o se deja a los fondos privados sin plata o se abre un hueco en Colpensiones que lo tendríamos que llenar con recursos del presupuesto general, poniéndoles así más presión al gasto y al cumplimiento de la regla fiscal.
Alrededor de esto tendrá que haber un pulso, y lo que se defina debe pasar por el Congreso en la reforma pensional, que ya le corresponderá al próximo gobierno.
Van a tramitar otra vez el proyecto de los tres ceros, el cual lleva dos décadas de intentos. ¿Cree que ahora sí tendrá oportunidad?
Veo más ambiente ahora para quitar los tres ceros.
El enfoque y apoyo del Fiscal General ayuda mucho, le da fuerza adicional al tema. También hay interés en el Congreso. El debate de este proyecto más bien estará centrado en cuánto tiempo debe estimarse para la transición. Cuánto tiempo deben coexistir la moneda actual y la nueva. Dos, tres años. Esa es la discusión dura.
La inflación parece estar controlada, pero el FMI sugiere recortar más las tasas. ¿Qué opina de eso?
Me llamó la atención que el FMI hable en su reciente informe de la posibilidad de seguir bajando las tasas.
El efecto de esta política reduccionista ha estado más lento en la tasa de consumo. El tema es que la banca comercial, independientemente de lo que haga el Banco de la República, tiene el temor de bajar la tasa a los consumidores porque sienten que están muy endeudados y que ese es un segmento de mayor riesgo. Lo que sí impacta de inmediato el interés al consumidor (de las tarjetas de crédito) es la baja en la tasa de usura. Por lo demás, por más que baje la tasa del Emisor no va a cambiar mucho el panorama.
¿Eso muestra que ese mercado de los bancos no es tan competitivo?
En ese segmento de consumo hay competencia. Lo que pasa es que está el problema de la tasa de usura. Todo el mundo se pega al techo. Pero en consumo hay más jugadores que en financiaciones de más recursos, como las de infraestructura.
En este mes se sabrá si la pobreza subió o bajó. ¿Hay riesgo de retroceder con el freno en consumo?
No me atrevo a vaticinar. Hasta el 2016 iba bajando. Aquí hay que distinguir dos tipos de pobreza, la que todos conocen y que es universalmente aceptada, que es la de ingresos, y la multidimensional.
En la que tiene que ver con ingresos, cuando las personas viven con un ingreso diario inferior a 8.055 pesos, se clasifican en el nivel de pobreza. Esa canasta incluye bienes alimentarios y no alimentarios (alimentos, vivienda, vestuario).
En el segmento de ingresos hay una subcanasta que es la de subsistencia, y permite estimar la pobreza extrema (viven con $ 3.823 diarios o menos).
Adquirir esta canasta está muy relacionado con la inflación. Por lo tanto, si la inflación sube, el costo de esa canasta también. En un año de alta inflación, como fue particularmente el 2016, se sube el valor de esa canasta y queda más gente por debajo de la línea de pobreza. En 2017, que ya fue un año de menor inflación, debería ayudar a que la cifra sea a la baja.
Pero el ingreso de la familia también depende mucho de la situación laboral, de si tiene empleo o no. El año pasado, el desempleo subió, lo que iría en contra de una reducción de la pobreza. Entonces creo que la inflación va a ayudar, pero el desempleo va a perjudicar. Hay mucha expectativa alrededor de cómo será el dato de pobreza.
¿En dónde se ve después del 7 de agosto?
Descansando.
15 mensajes del FMI
Tras su visita, el FMI hizo estas consideraciones al país:
-El crecimiento será de 2,7 % y no 3 %, como dijo en enero.
-Hay riesgos elevados por restricción financiera global.
-Hay riesgo fiscal por migrantes venezolanos.
-Es esencial completar los proyectos 4G sin demora.
-El proceso de renovar camiones es crucial.
-Cambio en compensación familiar aliviaría impuestos.
-Alivio en registro mercantil ayudaría a la formalidad.
-Aranceles son bajos, pero hay que reducir su dispersión.
-Inversión petrolera es fundamental a mediano plazo.
-Hay margen para que el Banco de la República baje más sus tasas.
-Mensajes del Banco de la República deben ser más coherentes.
-Cartera en mora bajará en el segundo semestre.
-Por esfuerzos tributarios, habrá más inversión pública.
-En pensiones se deben reducir tasas de reemplazo y aumentar edades.
-Hay que contener costos de salud y garantizar calidad.
http://www.eltiempo.com/economia/sectores/gobierno-habla-de-la-reforma-tributaria-para-el-2018-190268