La de vivienda es una de las políticas exitosas del actual Gobierno. El ministro Jaime Pumarejo quiere cerrar con broche de oro, estableciendo reglas del juego más claras para arrendadores y arrendatarios. Así lo va a hacer.
Jaime Pumarejo, ministro de Vivienda.
El mercado de vivienda ha vivido años dinámicos. Los programas del Gobierno para subsidiar no solo la cuota inicial de una casa nueva, sino también la tasa de interés, sumados a la estrategia de viviendas gratis, que podrían llegar a ser 130.000 al terminar este año, le han dado un impulso histórico al sector.
El resultado, según el actual ministro de Vivienda, Jaime Pumarejo, es que el déficit se logró reducir casi a la mitad, sin olvidar que aún queda trabajo por hacer.
“Hoy Colombia tiene una política de vivienda clara, que no tenía antes; además, esa política es solidaria. Se duplicó el volumen de ventas inmobiliarias al pasar de $15 billones a $32 billones. El déficit de vivienda pasó de 12% a 5,6% y la meta es bajar a 5,5% en lo que queda del Gobierno”, señaló.
Uno de los asuntos a los que le va a poner el foco en estos 11 meses es a unas reglas de juego más claras para que los contratos de arrendamiento se puedan finalizar sin contratiempos.
Para ello están avanzando en dos frentes: primero, un documento Conpes que establece las líneas generales para el arrendamiento de vivienda en Colombia y, dos, una serie de decretos que permitirán reglamentar la manera como arrendatarios y arrendadores podrán resolver sus litigios; esto permitirá ofrecer reglas claras para inversionistas profesionales que quieran llegar al sector.
El ministro destacó que son necesarias estas medidas para formalizar el sector y permitir que inversionistas, como fondos de capital privado, incursionen en este mercado. Según Pumarejo, un estudio del BID señalaba que el mercado de los arriendos de vivienda vale más de $22 billones.
Así pues, hay espacio suficiente para que llegue más capital a financiar la construcción de vivienda para arrendar. Señaló que esto no ocurre hoy, porque las reglas del juego no son claras y a menudo faltan garantías para los inversionistas; por ejemplo, hay grandes desarrollos inmobiliarios, pero no se puede construir vivienda para arrendar por la inseguridad jurídica. En otros países han logrado desarrollar políticas de riesgo y han montado esquemas para construir proyectos inmobiliarios de vivienda para arriendo.
“Estamos montando una reglamentación para formalizar el sector. Como no hay una oferta buena, lo que termina pagando la gente por un arriendo en los estratos más bajos supera lo que sería un retorno a la inversión de un inversionista sofisticado”, explicó.
“Hay una informalidad muy grande y la idea es formalizar para que haya una oferta digna y con reglas claras. Vamos a elaborar un Conpes y a reglamentar algunos temas como la relación entre la persona que arrienda y quien lo recibe para que, si hay incumplimientos, haya un proceso claro que respete al inquilino y le dé seguridad al dueño. Si no arreglamos eso, no hay política de arriendo”, comentó. Esa regulación saldrá antes de finalizar este año.
Una de las alternativas que se analizan para agilizar las diligencias administrativas es que sean las cámaras de comercio las que puedan adelantarlas y bajar el proceso de un promedio de ocho meses a dos o tres.
El diagnóstico
El ministro reconoció que el sector de vivienda se ha ajustado este año por cuenta del apretón que ha sufrido la economía. “Claramente hay una corrección en el mercado de vivienda en los últimos meses. Llevábamos un ritmo de crecimiento por encima del PIB y esa corrección era necesaria; pero creemos que ya llegó el momento en que los indicadores líderes están cambiando”, dijo.
Explicó que por primera vez en siete meses la confianza del consumidor para la compra de vivienda está en territorio positivo, lo que es posible por cuenta del control de la inflación y la baja de las tasas de interés. “Eso va a tener un impacto favorable en la venta de vivienda, al igual que los subsidios del Gobierno que han beneficiado directamente en VIS y VIP”, comentó.
Para lo que queda del Gobierno, el ministro anunció que se espera otorgar otras 30.000 casas gratis y 120.000 subsidios del programa “Mi casa ya”. En este frente, la novedad es que se abrieron 40.000 cupos para adquirir casas hasta de $321 millones. Esto irá reforzado con un plan del Fondo Nacional del Ahorro que abrió un nuevo producto “Ahorra tu arriendo”: este permitirá que la gente con ingresos entre 2 y 6 salarios mínimos pueda pagar 100% de su vivienda mediante el esquema de leasing habitacional, sin cuota inicial, y que se puede utilizar para vivienda vieja o nueva.
“Te financian 95% de la vivienda vieja o 100% de la nueva. Al mismo tiempo, se puede conjugar si tiene dos a cuatro salarios mínimos con ‘Mi casa ya’. Así, alguien puede terminar pagando muy poco por su cuota y sin cuota inicial”, dijo.
Estos elementos le dan al ministro para señalar que este es un buen momento para comprar vivienda y, si se suma una eventual reducción de las tasas de interés de los bancos, el panorama será más claro aún.
“En Chile hay 80 hipotecas por cada 100.000 habitantes, mientras en Colombia el número es de algo más de 20. Hay rango para crecer, pero es necesario manejar mejor la estratificación, porque en Colombia solo hay un millón de créditos hipotecarios. No vamos a llegar a 80, como en Chile, pero si pasamos a 40 por cada 100.000 habitantes, eso es como dos millones de créditos, solo eso significa un crecimiento de 100%”, advirtió.
Con estos anuncios se inicia la recta final en este sector. Aunque son muchos los desafíos, tal como el propio ministro Pumarejo lo reconoce, lo avanzado hasta el momento muestra que es posible continuar en esta estrategia que busca eliminar el déficit habitacional en el país. Una meta que favorece a todos los colombianos.
Revolución del acueducto
El ministro de Vivienda, Jaime Pumarejo, señaló que lo que logró este Gobierno en materia de acueductos fue una verdadera revolución.
“Más de 6,3 millones de colombianos tienen hoy por primera vez acueducto, agua potable, con calidad y continuidad. Eso es 15% de la población de Colombia, eso es histórico”, aseguró.
Esto permitió llevar a 93% de cobertura de alcantarillado en el país. “Lo que nos queda es lo rural; ese tema debe ser repensado. Hay que buscar maneras diferenciales de llevar el agua. Por ejemplo, en la Alta Guajira vamos a establecer de una manera técnica puntos de acopio de agua y nosotros llevamos el agua potabilizada y la ponemos al servicio de la gente”, comentó.En materia de acueductos, el Gobierno ha invertido cerca de $7 billones.
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