Antes de pedir un préstamo es importante que comprenda algunos conceptos financieros, así podrá tomar la mejor decisión sobre los términos que va firmar para el crédito que eligió.
Comenzamos haciendo una advertencia sobre la solicitud de préstamos y el número de deudas en su vida financiera. Y es que usted, no puede vivir debiéndole a todo el mundo sin ningún sentido, más aún, si es para cubrir gastos de entretenimiento o compras de consumo que son de una vida útil muy corta.
Sabemos que para usted es difícil no tener los ingresos suficientes para asegurar una calidad de vida, llenarse de lujos, aprovechar unas buenas vacaciones y tener un futuro “relajado”. Realmente son pocas las personas que afirman que sin el dinero son felices, pues cuando es escaso suele traer más dolores de cabeza que beneficios.
¡Ojo! en ningún momento le estamos diciendo que usted jamás logrará cumplir sus sueños, todo lo contrario, más bien, que tiene que ser medido y organizarse lo más que pueda para tener claro cuáles son sus obligaciones, cuánto puede destinar para sus ahorros y cuál es su capacidad de endeudamiento.
En este sentido, usted debería endeudarse para cosas que son una inversión, por ejemplo, un crédito hipotecario o educativo, porque si se trata de meter su dinero en acciones o divisas es mejor que no solicite préstamos, porque estos tipos de inversión tienen un riesgo muy alto, en los que incluso usted podría quedar en quiebra, perdiendo el dinero invertido y debiéndole al banco.
¿Cuándo comenzar a invertir?
Existe una gran diferencia entre ahorrar e invertir, la primera es sencillamente no gastar, mientras que la segunda, significa colocar sus fondos en algún negocio o entidad financiera con el fin de ponerlos a trabajar a su favor, la clave está en hacerlo eficientemente, explica Rigoberto Puentes, en su libro Finanzas para papá.
De acuerdo con Puentes, se debe empezar a invertir desde el primer momento que se ahorra, lo ideal es que tenga un fondo de emergencia equivalente a seis meses de su presupuesto en gastos, este dinero lo puede guardar inicialmente en una cuenta de ahorros para que le de rentabilidad, básicamente está sería su primera inversión. Sin embargo, con el tiempo se dará cuenta que el rendimiento de este tipo de cuentas es muy bajo y tendrá que optar por otras alternativas de inversión, preferiblemente a largo plazo para recibir mejores resultados.
La tasa de interés
De acuerdo con Asobancaria, la tasa de interés es “un indicador que se expresa en forma de porcentaje y se usa para estimar el costo de un crédito o la rentabilidad de los ahorros o inversión. La tasa de interés establece un balance entre el riesgo y la posible ganancia de la utilización de una suma de dinero en una situación y tiempo determinado”.
Es otras palabras, la tasa de interés es el costo del dinero, que se determina según la situación económica del país, en la que se tiene en cuenta la inflación, el PIB (producto interno bruto), el ingreso per cápita entre otros. El Banco de la República explica que es el precio del dinero, que al igual que el precio de cualquier producto, “cuando hay más dinero la tasa baja y cuando hay escasez sube”.
Ahora, el encargado de intervenir en este indicador es el Banco de la República, pues con su política monetaria establece la tasa mínima y máxima que cobra a las entidades financieras por hacerles algún tipo de préstamo.
Esta decisión además de afectar la cantidad de dinero que circula en el país, también afecta a las personas del común, porque si el banco central eleva la tasa de interés así mismo los bancos incrementan el porcentaje del indicador para los créditos, claro sin pasar sobre la tasa de usura que estipula la Superintendencia Financiera.
¿Exactamente cómo le afecta en su vida financiera? Bueno, es sencillo, cuando las tasas de interés son bajas usted podría aprovechar para endeudarse, así sus ingresos le alcanzarán para pagar las cuotas de un préstamo, pero, si las tasas de interés están muy altas, la mejor decisión que usted puede tomar es ahorrar, guarde el dinero para una mejor oportunidad.
¿Tasa fija o tasa variable?
Es en el momento que le otorgan el crédito que se establece con cuál de las dos tasas se va a hacer el pago durante los próximos meses o años, así que, no podrá ser modificado en ningún momento. A no ser que se presente una situación en la que la tasa de interés supere la tasa de usura, ahí sí se haría una excepción.
La tasa fija: como su nombre lo indica es de carácter fijo, es decir, que se mantiene mientras dure la inversión o el préstamo. Por ejemplo, cuando usted hace una compra con tarjeta crédito a 36 cuotas, le mantienen la tasa de interés durante ese tiempo. Es decir, que si usted compró en el mes abril donde la tasa era de 2%, le cobrarán este mismo porcentaje cada mes hasta terminar de pagar el número de cuotas pactadas. Sin embargo si hace otra compra en julio, se la acomodarán a la tasa de interés del momento.
La tasa variable: esta se actualiza por lo general de manera mensual y en algunos casos, afirma Alfredo Barragán, especialista en banca personal, de forma trimestral. Está tasa está asociada a una tasa de referencia, que puede ser una DTF más un ‘spread’ (diferencial), por ejemplo, + 15 puntos o al IPC más un ‘spread’ (diferencial) que puede ser + 4 puntos.
Entonces, cuando usted adquiere un crédito con tasa variable cada mes se liquida una cuota distinta, es decir, que el monto de la mensualidad no siempre va a ser el mismo.
Ejemplo:
IPC + 4 puntos = tasa de interés
5,75 (IPC con la que cerró 2016) + 4 = 9,75
Si el mes pasado su cuota era de $200.000 este mes será de $ 219.500.
En generla, la tasa variable es sobre todo para créditos de corto plazo, de tres, seis o doce meses, ya que, difícilmente en este tiempo la cuota se incrementaría mucho. Es más, este tipo de tasa es apropiada para personas que puedan manejar pagos flexibles. En resumen, cuando son créditos a corto plazo sí valen la pena que sean variable y cuando son a largo plazo, como por ejemplo, el crédito hipotecario es preferible que sea a tasa fija.
En qué otras cosas debe fijarse antes de tomar un crédito
Barragan recomienda que debe tener en cuenta las siguientes cosas además de la tasa de interés:
- Perfílese para el crédito que corresponde. Que el producto se acomode a la necesidad que tiene. No pida un crédito de libre inversión para comprar un carro, para eso existe un producto específico, y la tasa entre una alternativa y la otra puede cambiar, e incluso deteriorar su flujo de caja.
- Compare las alternativas de tasas de interés. Mire en las páginas de las entidades financieras o en la Superintendencia Financiera.
- Para los que son asalariados, aprovechen los beneficios de los convenios que tienen la empresa donde labora con alguna entidad bancaria.
- Analice los requisitos que le pide cada entidad bancaria para aprobar su préstamo: documentos e ingresos que son requeridos.
- Averigüe si existen otros gastos asociados que deba asumir.
- Evalúe aspectos como las consecuencias en caso de un retraso y las implicaciones de pagar la totalidad del préstamo de manera anticipada.
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