Empleo, economía y deudas, lo que más preocupa. Hogares recortan gastos fuera de casa.
La situación económica actual sigue liderando la tabla de las mayores preocupaciones de los colombianos, quienes creen que el país está en recesión, algo que los está obligando a cambiar sus hábitos de consumo, a reducir su gasto y a pensar en ahorrar más previendo una eventual pérdida de su empleo.
De hecho, este último aspecto es lo que más desvela a los colombianos, al punto de que seis de cada 10 creen que su situación laboral para los próximos 12 meses no será tan buena, según lo revela la Encuesta Global sobre Confianza del Consumidor Nielsen para el segundo trimestre del 2016.
Solo 2 por ciento de los encuestados por esta firma consideran que sus perspectivas de trabajo en el próximo año serán excelentes; 19 por ciento, que serán buenas y 20, que serán malas. Hoy son más los colombianos que creen que su situación laboral cambiará para mal, frente a los que pensaban igual a mediados del año pasado.
Esta incertidumbre no es de ahora, sino que viene desde hace varios meses, tiempo en el que también se ha notado una baja en la confianza de los colombianos, que, en términos generales, no ha mejorado en el último año y se mantiene 15 puntos por debajo de la línea de optimismo de 100 del Global Confidence Consumer Survey.
Con 85 puntos, es el segundo índice de confianza entre los países latinoamericanos, después de Perú, que está en 101 y subió 11 puntos frente al primer trimestre del 2016.
Aunque la confianza de los colombianos subió dos puntos en el segundo trimestre de este año, ocupa la casilla 30 entre las 63 naciones que hacen parte de la encuesta de confianza que realiza Nielsen.
“El resultado es reflejo de un contexto macroeconómico complejo, marcado por el hueco fiscal ocasionado por la caída de los precios del petróleo, el aumento de la inflación y la polarización a raíz del debate sobre la firma de un eventual acuerdo de paz”, señala Juan Felipe Saavedra, director general de Nielsen Colombia.
El índice de confianza de los colombianos estuvo a solo seis puntos de la línea de optimismo del Global Confidence en el cuarto trimestre del 2015, la segunda más alta entre siete países de la región.
Además de la estabilidad laboral y la situación económica del país, a los colombianos los afanan sus deudas y el costo de los alimentos. Por eso, previendo un empeoramiento de su situación, han comenzado a darles un giro a sus hábitos de compras y a darles un uso más restringido a sus ingresos antes que realizar gastos a la ligera.
Ocho de cada 10 consultados por Nielsen admitieron haber modificado sus hábitos de consumo. A diferencia de lo que hacían unos meses atrás, hoy compran productos de marcas más baratas (54 por ciento), economizan combustible y electricidad (49 por ciento), no estrenan ropa tan seguido (48 por ciento), no piden comida a domicilio (47 por ciento) y recortaron el entretenimiento fuera de casa (44 por ciento).
La mayoría de los consultados por esta firma (58 por ciento), de hecho, estiman que esta no es una buena coyuntura para gastar, y el 16 por ciento está convencido de que es un mal momento para hacerlo.
Es más, ante ese desmejoramiento de la economía y el panorama un tanto incierto, desde el punto de vista laboral, buena parte de los consultados está prefiriendo ahorrar y salir de deudas con los excedentes de dinero que les quedan luego de atender las necesidades básicas del hogar. Salir a divertirse, comprar ropa o irse de vacaciones ha pasado ahora a un segundo plano para cientos de colombianos.
Camilo Herrera Mora, presidente de la firma Raddar, es de los que opinan que los cambios vistos hoy en el consumo de los colombianos no es para alarmarse, dado que será una coyuntura de corto plazo que se corregirá en este segundo semestre, a medida que se disipen los efectos que han presionado el alza en la inflación, entre estos el paro camionero.
La devuelta que tendrán los precios de los alimentos, una menor inflación, el aumento en la inversión en las regiones y hasta una mayor claridad en lo que será la reforma tributaria harán, en opinión del experto, que el gasto de los hogares retome su curso normal, sobre todo en el último tramo del 2016.
“En el segundo semestre tenemos más días hábiles, menos inflación, anticipación de gasto e inversión de hogares y empresarios como efecto de la reforma tributaria, aumento del gasto público gracias a las ciudades y los departamentos”, precisó Herrera Mora.
Mejoran finanzas
Aunque los colombianos miran con bastante cautela la evolución de la economía, se muestran optimistas frente al futuro de sus finanzas personales.
Hasta junio pasado, quienes creían que estas serían buenas tuvieron un leve incremento frente a los que así pensaban un año atrás. Incluso repuntó el número de los que creen que serán excelentes.
El 53 por ciento señala que serán buenas y 10 por ciento de los consultados por Nielsen confía en que pueden ser excelentes, frente a un 31 por ciento que cree que no serán tan buenas.
Hace un año, solo 8 por ciento opinaba que serían excelentes.
Los colombianos son, detrás de los peruanos, los más optimistas en este frente, incluso se sitúan por encima de la media latinoamericana, en la que solo el 45 por ciento de los encuestados confían en que sus finanzas personales serán buenas el próximo año.
http://www.eltiempo.com/economia/sectores/empleo-y-deudas-lo-que-mas-preocupa-a-colombianos-encuesta-de-confianza-al-consumidor/16681260