El cambio laboral es un tema que demanda una disciplina tan exigente como la pérdida de esos kilos de sobra. Les dejo de regalo 7 ideas que por experiencia sé que pueden ayudar a hacer de este un camino algo más fructífero.
No podría asegurarlo, pero tengo una fuerte sensación de que dentro del listado de deseos, esos que quemamos junto al año viejo el 31, el de cambio laboral es uno de los que está punteando la lista.
Es normal supongo, el trabajo sigue y seguirá siendo uno de los grandes motores de nuestra existencia, fuente importante de satisfacciones y disgustos, en términos de inversión de tiempo la principal de nuestra actividades y por demás la fuente de sustento de la mayor parte de las personas.
Así que soñar con mejorar, cambiar, encontrar uno mejor, cambiar de jefe, partir hacia nuevas geografías, ganar más dinero, etcétera, hace parte, indudablemente, de nuestros deseos por un año mejor.
Pasa sin embargo, al igual que con la dieta, la dejada de cigarrillo, el inicio de una vida más sana, el inicio de la rutina de ejercicios, y el viaje de turno, que por lo general estas decisiones se quedan ahí con la resaca del primero. Poco o nada hacemos para convertirlos en realidad, o utilizamos vías tradicionales y pasadas de moda que no tienen impacto alguno al final del camino.
El cambio laboral es un tema que demanda una disciplina tan exigente como la pérdida de esos kilos de sobra y requiere la combinación de varias formas de lucha que integradas constituyan una estrategia coherente que impacte los diferentes canales posibles para encontrar el trabajo anhelado. Les dejo de regalo, por lo menos de punto de partida, algunas ideas que por experiencia sé que pueden ayudar a hacer de este un camino algo más fructífero:
1. De generalista a especialista: Tenemos una tendencia natural a vendernos como generalistas que pueden jugar en varias posiciones: ¡Error! El mercado laboral generalmente va en busca de talento especializado. Los perfiles y descriptivos de cargo reflejan una necesidad concreta. Los tiempos del médico general que diagnosticaba cualquier enfermedad hacen parte del pasado. Usted tiene experiencia suficiente para venderse como una solución a un problema concreto (ventas, finanzas, mercadeo, compras, etcétera), ahí es donde reside su mayor valor. Dedíquele tiempo a definirlo antes de salir a buscar.
2. La venta de ascensor: Ahora practique. Debe ser capaz de contar su historia y su experiencia en unos pocos segundos. El mercado opera a veces de una forma bien curiosa y muchas veces el interlocutor idóneo está a la vuelta de la esquina. Conocer su experiencia es tan valioso como saberla contar. Debemos ser capaces de dejar mensajes cortos, sencillos pero lo suficientemente claros para que nos identifiquen como una solución determinada.
3. La carta al Niño Dios: Dice el dicho popular: “Cuando no sabe para dónde va, cualquier bus le sirve”. Me encuentro mucha gente que inicia este proceso con una actitud derrotista, a la espera de cualquier cosa. El éxito laboral, está probado, es directamente proporcional a trabajar en algo que nos despierte pasión. Así que mi sugerencia es iniciar este proceso con un listado de empresas y cargos aspiracionales, en industrias que lo seduzcan y con culturas internas que se parezcan a usted. Investigue, pregunte, lea y haga una lista que le sirva de punto de partida para identificar contactos e iniciar la construcción de citas valiosas.
4. La construcción del networking: No quiero demeritar el poder de ayuda de familiares y amigos pero por lo general, ahí no está la solución a nuestros problemas. La realidad es que por un lado son pocos y además no cuentan siempre con el nivel y la cantidad de contactos que requerimos para hacer el suficiente ruido en el mercado. Pueden ser sí, la puerta de entrada a una nueva relación que nos ayude a contar el cuento, pero la verdad es que el networking útil, por lo general, es el de contactos profesionales que todavía no están dentro de nuestro listado. Así que agotados los primeros dedíquele tiempo a hacerse conocer. Suena difícil pero no lo es tanto. A veces simplemente implica ubicarlos, contactarlos y llamarlos apelando a su experiencia para darle una orientación.
5. El reclutador profesional: Los head hunters somos sin duda una posibilidad interesante pero no pierda de vista que en conjunto no ponemos más del 7% de las colocaciones efectivas que se hacen en el mercado. Podemos ser una gran fuente de información, podemos ayudarle a alinear la calidad de su hoja de vida y la forma en cómo está contando la historia. Podemos abrirle las puertas de algunos contactos o involucrarlo en algún proceso cuando lo tenemos, pero somos tan sólo una fuente más de alternativas.
6. Las redes sociales: Son fundamentales. Una parte importante de la identificación de talento en el mercado está pasando a través de las redes sociales. Linkedin es casi que obligatorio hoy como canal para dar a conocer su perfil, pero hay otras igualmente válidas que dependiendo de su perfil pueden ser efectivas. Son además una vía igualmente interesante para identificar contactos relevantes en empresas que estén dentro de su listado. Aprenda a usarlas, es sencillo pero tiene sus trucos. Hay mil tutoriales en línea que puede consultar.
7. Es cuestión de esfuerzo: No le voy a decir que el trabajo de sus sueños está a la vuelta de la esquina, pero tampoco es inalcanzable. El mercado laboral es inmenso, lleno de posibilidades y todos los días en prácticamente todas las industrias hay necesidades que pudieran ser la suya. Conseguir trabajo puede implicar algo de suerte pero sobre todo es una disciplina que atiende una estrategia bien armada, lo demás usted ya lo tiene.