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Emprendiendo después de los 50 y en la tercera edad: la llamada economía gris


Raúl Serebrenik, columnista online.


Se conocen pocos estudios sobre el impacto en la economía de nuestros países del emprendimiento en edades maduras, ya que, el enfoque que en general se le ha dado al tema del emprendimiento es destinado únicamente a los jóvenes y con un alto componente tecnológico y de innovación.

El emprendimiento en edades maduras se denomina la economía gris, llamada así por el color de sus cabellos. Son personas en edad madura que deciden incursionar en el mundo empresarial bien porque quieren ser auto empleadores y no depender del rigor de una empresa ajena, porque no consiguen trabajo en esta edad o por pasión.

Aunque un estudio realizado en Inglaterra demuestra que este segmento poblacional que emprende entre las edades de 50 a 60 años genera el 95% del total de  nuevas compañías en la economía gris y  solo emprenden un 5% después de los 60 años, asimismo, en el estudio se encontró que no hay mucha diferencia en la manera en que se manejan los negocios entre las diferentes generaciones pero que la generación de la tercera edad se enfoca más en negocios que venden algún bien tangible más que en servicios.
Abordo este tema pues fue la mejor solución para un caso que se nos presentó en la práctica de consultoría que desarrollamos en una empresa familiar en Miami a la hora de abordar el proceso de sucesión.  El Pater familia siempre quiso dedicarse al arte y a la música, ayudando a otros que quieren incursionar en este mundo. De esta manera dio un paso al lado para que la siguiente generación se hiciera cargo del negocio familiar. Los hijos quedaron muy contentos sabiendo que su padre “se retiraba” del negocio familiar para dedicarse a lo que él describe como otra de sus grandes pasiones, pues en algunos casos se genera un “sentimiento de culpa” en las generación menores por haber impulsado la jubilación del padre. “Porque si no trabaja se va a morir” nos comentaba un miembro de la generación menor.
Si bien en muchos de los protocolos de familia se instaura una edad de retiro, la realidad es que las condiciones de vida, la biotecnología y tratamientos médicos han permitido extender notoriamente la expectativa de vida. Inclusive muchos estudios clínicos han demostrado que los pensionados que están activos, bien sea porque tienen otro trabajo remunerado o voluntario, disfrutan de una mejor salud y viven más que los que no lo hacen. Aún así, algunos pueden tener sueños empresariales y esta edad se convierte en la oportunidad de desarrollarlos creando una nueva oportunidad de combatir la imagen de un «pensionado cansado» y construir la imagen de un empresario enérgico e inteligente.
Si bien vemos cómo el mundo se ha llenado de coachings para todo, en especial los que se enfocan por atender el mercado de empresarios jóvenes, valdría la pena enfocarse en un mercado de personas más maduras. Algo de esto se podría aplicar en la etapa del post conflicto en Colombia como parte de la solución de incorporar estas personas a la sociedad generando más empresas y posibles fuentes de empleo para otros.
En el estudio desarrollado en Inglaterra hace unos cinco años se tomaron como muestra alrededor de 350.000 empresas creadas entre el año 2003 y el 2005 que generaron  alrededor de un millón y medio de nuevo puestos de trabajo. Solo unas 4000  de estas 350.000  contratan más de 25 empleados de las cuales solo unas 1000 fueron creadas por fundadores mayores de los 50 años, demostrando la importancia y la falta de atención a este segmento poblacional que puede ser parte de la solución a la hora de generar mayor desarrollo y bienestar colectivo en el país.
Si bien en el caso mencionado de la familia atendida por nosotros se aconsejó al empresario de la tercera edad, para establecer el negocio con un pequeño nivel de riesgo e invertir poco tiempo para establecerlo, que él como titular no debería controlar todos los aspectos y detalles y que podría ser viable ocuparse de la empresa durante al menos una década más, pero con un horario flexible. Este escenario ideal nos demostró que  algunos empresarios de verdad disfrutan creando empresas.
Otros no necesariamente buscan un proyecto para ganar más plata sino que se van por la vía del voluntariado, inclusive convirtiéndose en mentores de otros. En algunos casos de asesoramiento buscamos personas con mayor disponibilidad de tiempo y experiencia para que nos acompañen en comités asesores o juntas directivas a la hora de ir profesionalizando las estructuras de gobierno en las empresas que nos lo solicitan. Nunca es demasiado tarde para empezar un nuevo viaje en la vida de un emprendedor y esto no tiene ninguna conexión con su edad cronológica, escriben algunos asesores en este campo. Los pensionados tienen experiencia y, sobretodo, habilidades que no tienen precio.
La «tercera edad» ha sido durante mucho tiempo considerada como la «última estación» en la vida de las personas. Si bien esta llega después de la jubilación y el concepto no está actualizado a las condiciones del siglo 21. Ahora hay una «cuarta edad» para ser viejo. «El espíritu empresarial no es sólo una cuestión de hacer dinero, sino de confianza en sí mismo y de lograr metas» que generan una bella fuente de satisfacción en especial cuando logran un impacto positivo en otros.
http://www.dinero.com/opinion/columnistas/articulo/emprendiendo-despues-de-los-50-y-en-la-tercera-edad-la-llamada-economia-gris-por-raul-serebrenik/223700?utm_source=dinero&utm_medium=correo&utm_campaign=2016_05_18

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