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La banca y aseguradoras, en alerta por estafas con pagos por internet


En 2015 bancos asumieron 122.000 millones por pérdidas en riesgo. Este año suman 10.000 millones.

La banca reportó el año pasado a la Superintendencia Financiera que asumió 122.000 millones de pesos en pérdidas por concepto del riesgo de su operación, y en enero de este año iban 10.000 millones.
De acuerdo con el ente de control, buena parte de lo que reportan las entidades corresponde solo a operaciones que el cliente desconoce, como posible fraude cometido contra este y que el banco decide reconocer.

Las pérdidas asumidas están amparadas con pólizas que les permiten aminorar el impacto de este problema en sus balances. 

El fenómeno viene en aumento, asegura Carlos Sovegni, especialista en fraude bancario de la firma de tecnología SAS, pues hay vulnerabilidades, en especial, en aquellas operaciones que se hacen por canales virtuales.
Frente a las pérdidas que se asumen y se informan a la Superfinanciera, la firma señala que los robos y fraudes a través de los distintos canales de servicios de las entidades pueden acercarse a 300.000 millones de pesos (unos 95 millones de dólares).
Se estima que el 70 por ciento de esas pérdidas provienen del fraude cometido con tarjetas de crédito en pagos presenciales y no presenciales, así como por transacciones realizadas por internet.
El monto se eleva varios millones de dólares más si se tiene en cuenta el fraude interno que involucra a algunos empleados de estas entidades y que solo viene a ser detectado dos o tres años después de ocurrido, ante las dificultades de detectar las irregularidades en tiempo real.
Solo este tipo de delitos abre un hueco de entre uno y dos millones de dólares anuales en promedio por banco en el país, según lo estima Sovegni.
En su opinión, no es descabellado señalar que las pérdidas por ese fraude interno sumadas a las que dejan los robos externos pueden alcanzar entre 5 a 10 millones de dólares por año y por entidad, lo cual es muy elevado para cualquier industria.
Directivos de los bancos son conscientes de que el arribo de la tecnología ha traído nuevas modalidades de robo y defraudación que en ocasiones resultan ser mucho más efectivas y de mayor impacto económico que el legendario ‘manos arriba’ en las sucursales físicas. 

Las acciones adoptadas están encaminadas, precisamente, a frenarles el acceso a los delincuentes virtuales, pero advierten que en esta labor se requiere de una amplia colaboración y responsabilidad de los usuarios que acuden con frecuencia a la banca virtual.
Encriptación de la información, mecanismos biométricos y tokens que facilitan el proceso de autenticación hacen parte de los mecanismos con los que los bancos tratan de atajar las acciones de los delincuentes.
Entidades como ACH Colombia, administrador del botón de pagos PSE, a través del cual se realizan unas 2,5 millones de transacciones virtuales mensuales, adoptó desde mediados de marzo pasado un mecanismo que permite efectuar los pagos con este mecanismo de manera segura.

Los usuarios del botón PSE deben registrarse en el sistema una única vez proporcionando algunos datos antes de realizar una transacción, para luego, en el proceso de un pago o una compra, ingresar solo su correo electrónico.

“Esto nos permitirá tener un conocimiento más detallado de los hábitos transaccionales de los usuarios del botón PSE, para identificar de manera proactiva y oportuna comportamientos inusuales de las transacciones y tomar medidas preventivas, tendientes a mejorar la seguridad de estas”, explicó Gustavo Vega, presidente de ACH Colombia.

Robo en seguros
Pero este no es un flagelo exclusivo del sector bancario. En la industria aseguradora los hurtos también se están registrando con frecuencia, al punto que expertos advierten ante el aumento en pólizas que antes no presentaban este tipo de delitos.
Lina María Chacón, gerente del Instituto Nacional de Investigación y Prevención de Fraude (Inif) señaló que el nivel de fraude que hay en la industria aseguradora colombiana alcanza hoy el 7 por ciento del valor de las reclamaciones, cuando en años anteriores era de entre 3 y 4 por ciento.
El año pasado esta industria pagó en reclamaciones 10 billones de pesos y a febrero pasado, según datos de la Federación de Aseguradores Colombianos (Fasecolda), estas sumaron 1,7 billones de pesos.
El fraude en el sector seguros viene en aumento. Antes se concentraba, principalmente, en los ramos de automóviles y Soat, pero hoy abarca las pólizas de vida, salud, hogar y productos ligados a los servicios públicos en los que el nivel de fraude es importante quizás porque se paga una prima muy baja (unos 5.000 pesos mensuales) en tanto la cobertura puede alcanzar hasta los 2 o 3 millones de pesos”, según explica Chacón.
Cifras de la Federación de Aseguradores Colombianos (Fasecolda) indican que el fraude que se presenta en el Soat alcanza los 100.000 millones de pesos. Solo durante el año pasado se presentaron 215.000 reclamaciones fraudulentas con cargo a este tipo de pólizas.
Chacón señala, además, que las compañías tienen protocolos bajo los cuales no atienden ciertas reclamaciones. Pero advierte que el gran problema son los profesionales (abogados, médicos, fisioterapeutas, odontólogos) que certifican tratamientos que nunca existieron, en el tema de vida, falsifican documentos y eso incrementa el fraude porque ante ‘documentos legítimos’ es imposible no responder a las reclamaciones.
Según la gerente de Inif, en el caso del seguro obligatorio (Soat) las aseguradoras tienen garantías de pago más cortas, por eso las IPS pasan muchos accidentes con cargo a este seguro y eso ha logrado impactar los estados financieros de las compañías, pero estas adelantan investigaciones, cruces de información, asignaciones para ahondar en este fenómeno.
Ataques más frecuentes
Para Milton Rodríguez, ejecutivo de Finanzas Fortinet, en términos de los ciberataques se destaca el regreso el ‘secuestro de información’ o ‘ransomware’.
El cibercriminal utiliza un código malicioso para acceder al servidor de la institución y luego exige un pago para dar acceso otra vez a dichos datos.
“En términos de impacto económico, las pérdidas por crimen cibernético a nivel mundial son de 300.000 millones a 1 billón de dólares. Solo en fraudes bancarios, clonación y robo de credenciales, se estima que por cada 10.000 pesos que se muevan por una cuenta, 20 se pierden por fraudes”, dice el experto.
Otros ataques cada vez más comunes están dirigidos a los sistemas operativos de los dispositivos móviles. A estos se suman las amenazas persistentes avanzadas para extraer información de las compañías.

http://www.eltiempo.com/economia/sectores/cifras-sobre-fraudes-y-estafas-electrocnicos-en-colombia/16574145

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