Al llegar al “tercer piso”, las responsabilidades son cada vez más, no sólo con la vida misma, sino también con el dinero y el futuro. ¿Qué hábitos debería tener para estar mucho más tranquilo en su madurez?
Más allá de las típicas lecciones sobre ahorro o de la forma correcta en la que debe endeudarse, con el tiempo, las primeras ofertas laborales, el aumento de responsabilidades y la independencia económica le hacen entender que debe desarrollar pautas para construir un futuro en el que no tenga que estar sufriendo por dinero.
Quizás ya haya pasado algunas experiencias de ese tipo cuando empezó a trabajar por primera vez y no supo administrar bien su sueldo o cuando quiso comprar el carro y lo adquirió a través de un crédito de vehículo que, con el tiempo, siente que se le está llevando la mitad de su sueldo.
Efectivamente, el éxito no es algo que se logre de la noche a la mañana ni que se transmita por herencia (a diferencia de la riqueza) y que puede requerir de un cambio de hábitos, de pensamiento y también de actitud pero, para quienes lo logran, saben que el esfuerzo puede valer mucho la pena.
Así, Finanzas Personales le presente unas propuestas que algunas personas que han logrado destacarse en sus emprendimientos y vidas empresariales, según The Muse, Lifehack y Business Insider:
1. Se independizó
Aclaramos: no es una regla, pero sí una gran ventaja. Aunque contar con el apoyo de los padres es algo que se debe agradecer toda la vida (y algo con lo que, por lo general, se cuenta para siempre), tener esa asesoría permanente y ayuda económica es algo que no le permite a la persona ser autosuficiente ni cometer errores financieros ni aprender de ellos.
2. Ya maneja términos crediticios
O al menos ya comprende mejor lo que le quieren decir las entidades financieras cuando le hablan sobre préstamos, libranzas y tasas de crédito. Aún mucho mejor, si sabe lo que es “historia crediticia” y la importancia que tiene ésta en su vida cuando se trata de querer comprar casa, carro o un préstamo educativo. The Muse recuerda que el “buen crédito” considera varios factores, entre los que se destacan: el siempre pagar sus cuentas a tiempo y no tener un saldo mayor del 30% del límite de cupo en cada tarjeta.
3. No hay temor a fallar (ni con el dinero)
En LifeHack explican que una de las mejores maneras para aprender a ahorrar grandes cantidades de dinero es cometiendo errores. Los errores y el fracaso son parte de la construcción de caminos exitosos, porque de ellos siempre hay una enseñanza que extraer (aunque pueda resultar costosa o dolorosa). Esto permite que usted desarrolle pautas de prevención, de saber en qué confiar y en qué no y cómo salir rápidamente cuando sabe que ha cometido un error. Con esto, si explora situaciones o decisiones que piensan que son correctas y no resultan, usted no se “echa a la pena”, sino que busca la forma de salir rápidamente y volver a empezar.
4. Reconoce la importancia de las alianzas
La independencia también conlleva responsabilidades: de asumir y tener precaución con lo que dice y con lo que hace, especialmente, con las relaciones interpersonales. A nivel financiero, tener personas con las que pueda contar no sólo le permite estar favorecido cuando en una entidad le pregunten por “referencias”, sino también por las oportunidades que puede llegar a encontrar que son únicas y exclusivas de las redes de amistades o el networking.
Es por eso que debe tener muy presente las personas que hagan aportes en su vida y, con ello, fortalecer los vínculos para que éstos sean de utilidad a lo largo de su vida.
5. Sabe hacer cálculos
Y determinar los recursos (financieros y no financieros) que puede llegar a necesitar, para los proyectos que tenga en mente. Esto se traduce en que ya comprendió que si quiere tener éxito en su vida financiera, debe hacer una correcta planeación de las cosas que quiere. Lifehack destaca casos como Steve Jobs, Bill Gates, Albert Einstein, Nikola Tesla, Thomas Edison etc., fueron una especie de “náufragos”, que recorrieron su propio camino, sin imitar a nadie, sino simplemente haciendo sus propias proyecciones.
Las personas que planifican y son calculadoras trabajan con el conocimiento de sus opciones y buscan crear opciones adicionales: no gastan el dinero de inmediato, hasta que han mirado todas las posibles alternativas más baratas.
6. Es consciente de su salud
Hoy en día la tecnología y la necesidad de moverse rápidamente para ser más productivo y obtener más dinero, hace que la salud sea un ítem desplazado a uno de los últimos lugares de importancia en su agenda diaria. Quizá se contenta con hacer ejercicio o procurar comer de una forma adecuada, pero lo cierto es que si no proyecta un chequeo médico y otro tipo de precauciones como las horas que debe dormir, los efectos le pasarán factura a futuro y, evidentemente, no será nada económico.
7. Personas que agregan valor
Finalmente existe un aspecto particular y es el reconocer cómo las personas con las que usted trabaja o convive, pueden aportar a su vida financiera, incluso, con su misma actitud: muchas veces aquellos que se quejan de cuántas deudas tienen o de “lo malos que son los bancos”, lo único que hacen es restarle a usted crecimiento en su vida financiera.