La polémica que ha generado la aplicación de transporte de lujo que viene ganando terreno en varios países, Uber, por su falta de regulación y la manera como compite con el servicio de taxis, marca una tendencia que se está trasladando al sector bancario. La tecnología aprovechó las brechas de los modelos tradicionales para abrirse camino y atender a los clientes que se sentían descuidados. Estamos ante la ‘uberización de la banca’, también llamada auge del ‘Fintech’, según expertos, banqueros y emprendedores.
Lenddo, una de las empresas más emblemáticas de esta movida, llegó a Colombia en 2012 con un servicio de otorgamiento de créditos cuyo estudio de viabilidad estaba basado en la reputación de redes sociales, pero desde el año pasado ha ido transformando su negocio hasta convertirse en un proveedor para bancos y compañías financieras, retailers y telcos que buscan algoritmos de análisis diferentes a los que hoy rigen el sistema.
Óscar Torres, presidente para América Latina de la firma, indicó que ya no prestan dinero, sino que están trabajando con cinco clientes, cuyos nombres debe mantener en reserva por acuerdos de confidencialidad, con el fin de hacer análisis para ellos.
“El estudio que hacemos no depende del historial crediticio ni depende de datos sociodemográficos, sino de temas como la información de redes sociales, de tráfico celular y de correos electrónicos. Esto abre puertas para nuevos negocios para las entidades, como cubrir las poblaciones no bancarizadas en Colombia, que es cerca de 30% del total nacional”, aseguró.
Otro de los jugadores es Lineru, que de acuerdo con sus estadísticas oficiales ha recibido más de 124.051 solicitudes de crédito a través de redes sociales, desembolsando desde $120.000 hasta $500.000 en un día hábil. Los requisitos para acceder a sus servicios son: ser mayor de edad, tener una cuenta bancaria a su nombre, ser colombiano residente en el país, tener un correo electrónico personal y un celular propio.
Tarek El Sherif, presidente de la compañía, explicó que cerca de 30% ó 40% de las aplicaciones reciben una calificación favorable y con ello un desembolso. Además, explicó que hoy no existen sino dos o tres empresas en el país que se dedican a esto (las ya mencionadas y RapiCredit), pero que sabe que hay firmas que operan en Estados Unidos y Europa que están buscando expandir sus operaciones a América Latina.
Financiación y regulación
Pero, ¿de dónde prestan dinero estas empresas? Según El Sherif, el capital con el que dispone Lineru, por ejemplo, es mayoritariamente de él, de Pay U Latam y otros inversionistas individuales que son personas con las que él trabajo en Londres y Nueva York antes de establecer su empresa. Además, en este negocio también participan fondos de inversión, según analistas.
Esto lleva a otro interrogante, ¿quién regula esta movida? El superintendente financiero de Colombia, Jorge Castaño, dijo a LR que no existe en Colombia una regulación sobre este modelo de créditos y que, de hecho, no hay para los usuarios una garantía por parte de los entres legales.
“Es importante que se identifiquen las condiciones del crédito, pero sobre todo la utilización de esos recursos, que no esté haciendo parte de una esquema fraudulento, de una esquema donde utilicen su nombre para respaldar a otros. Evitar ser utilizado en esquemas de fraude”, recomendó el superintendente.
Sobre este punto, Ray Ruga, fundador de Fintech Américas, recordó que la oficina de Comptroller Of The Currency en Estados Unidos, se pronunció sobre el crecimiento de las ‘Fintech’ y dijo que “está creando un equipo para ver y estudiar las innovaciones que se van desarrollando, pues los reguladores tienen que hacer una pausa antes de entrar a regular”.
Agregó que estas innovaciones tecnológicas enfocadas a finanzas tienen una gran oportunidad de crecimiento por los Millennials, el auge de smartphones y la necesidad de bancarización, factores que están creando el ambiente perfecto.
¿Qué dicen los bancos?
Santiago Perdomo, presidente de Colpatria, dijo que a las ‘Fintech’ hay que verlas como una oportunidad y no solo como empresas que quieren morderles mercado. “Son competidores incipientes, todavía no es un volumen muy grande, lo que pasa es que hay que conocer y mirar qué tan efectivas son sus tecnologías, qué tanto funcionó y mirar qué camino se toma”, aseguró. Además, el directivo indicó que la banca no puede negarse a la transformación que acarrean las nuevas tecnologías, pero que en ese camino hay que tener cuidado con las compañías que no cumplen con los estándares.
Por su parte, Francisco Solano, presidente del Banco Agrario, añadió que si bien la cultura de la tableta y el celular hace todo más cómodo y accesible, también tiene riesgos implícitos que los bancos deben mitigar en sus desarrollos.
Inversión de innovaciones financieras
De acuerdo con un estudio de Accenture (ver gráfico), la inversión en los emprendimientos tecnológicos financieros, calificados como ‘Fintech’, viene creciendo. En 2013, la cifra mundial alcanzó US$4.000 millones, mientras que el año pasado fue de US$12.200 millones. También es importante resaltar que para Daniel Castellanos, experto en banca, “hay una diferencia muy grande entre los Uber del transporte y los del financiero, en el sentido en que los riesgos que se toman en este sector son mucho mayores”.