Un proyecto de ley que se radicará este lunes en la Cámara de Representantes busca, o mejor intenta nuevamente ampliar la licencia de maternidad a un período de 6 meses.
Y decimos nuevamente porque la ampliación de este permiso maternal casi siempre está dentro de la agenda legislativa de los partidos, y también casi siempre se queda por el camino. Un proyecto así, tiene implicaciones evidentemente sociales, pero también confluye con intereses económicos, que, digámoslo seriamente, el sector empresarial no está dispuesto a asumir.
El proyecto será llevado ante la secretaría de la Cámara por la representante del Centro Democrático, Tatiana Cabello, quien sustenta la iniciativa en que la licencia de maternidad también afecta el período de lactancia de la mujer.
Ya hace unos días, un partido completamente discrepante con el Centro Democrático había puesto el tema sobre la mesa. El alcalde Gustavo Petro, del Polo Democrático, había instado al Gobierno Nacional, y puntualmente al ministro de Trabajo, Luis Eduardo Garzón, a apoyar el aumento del periodo de lactancia y por tanto de la licencia de maternidad.
Pero, ¿es tan bueno este proyecto de ley? Enumeremos lo bueno y lo malo de esta iniciativa:
BENEFICIOS
-Mejorar la nutrición infantil:
Margarita Mora, consultora y miembro del programa Nacional de Lactancia Materna de Colsanitas, asegura que los beneficios de la lactancia están relacionados con la salud materna, la nutrición infantil y hasta la protección del medio ambiente.
«En el tema de salid materna, la lactancia permite que la mujer tenga una recuperación física más rápida por la liberación de hormonas y además, extraer la lecha minimiza el riesgo de padecer de cáncer de seno y de ovario. En la nutrición infantil, es evidente que no hay ninguna leche que pueda superar los nutrientes de la lecha materna. Súmele a eso que es un estado de cercanía y puro afecto entre la mamá y el bebé», indica.
El período de lactancia exclusiva debe ser de 6 meses. Foto: Ingimage
Mora añade que con respecto al medio ambiente, una lactancia responsable es protectora del ecosistema al disminuir el número de desechos provenientes de teteros, tarros de leche o incluso el agua que se requiere para ello.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una mujer debería dar sólo leche a su hijo durante los primeros 6 meses de vida. En relación con la lactancia materna exclusiva, la duración promedio en Colombia pasó de 2.2 meses a sólo 1.8 meses. La lactancia combinada llegó a los 14 meses, y no a los 24 exigidos por la OMS, según datos de Profamilia.
– Más tiempo con el bebé:
Los primeros meses de un bebé son claves en su desarrollo emocional, intelectual e incluso en partes fundamentales de su personalidad. Todo lo que el bebé pueda aprender en esa etapa suele ser decisivo en su crecimiento.
Si un bebé está más tiempo con su mamá, es obvio que los lazos que entablarán serán distintos a si desde pequeño queda al cuidado de alguien más. No quiere decir que las mujeres deban ejercer solas el papel, pero es cierto que su vínculo especial es algo que no se puede reemplazar.
– La «hora de lactancia»:
Este ítem podría ser bueno y malo. A diario vemos como las madres no sólo sufren por alejarse de sus pequeños sólo tres meses después del parto, sino que además la carga laboral les impide tener lo que debería tenerse: un equilibrio entre su faceta de madre y su faceta profesional.
Los horarios de oficina suelen ser mortales para las mujeres que, por ejemplo, deben desplazarse mucho para da de lactar a sus hijos. A eso, hay que sumarle que un alto porcentaje de las empresas en Colombia no cuenta aún con las salas especiales para mujeres lactantes, con lo que las horas que deberían dedicarse a la extracción de leche, en realidad se vuelven horas «para adelantar trabajo».
Por salud, una mujer debería extraer la leche cada horas. Es decir que si trabaja 8 horas al día, debería hacer dos pausas, pero en la legislación actual sólo se contempla una hora. Una hora que no significa necesariamente que detenga sus actividades sino que puede llegar más tarde o irse más temprano.
«Tienes derecho a una hora de lactancia en el día. Una hora que no es absolutamente nada para una madre primeriza que no tiene aún los tiempos calculados. Luego hay que buscar un lugar para hacerlo. No puedes estar en la sala de juntas con el tetero y todo afuera y que justo haya una reunión. Entonces uno qué prefiere: dejar de lactar, comprar un tarro de leche y aprovechar esa hora adelantando trabajo», cuenta a Fucsia.co una mamá reciente que prefiere no dar su nombre.
CONTRAS
– El techo invisible:
En la anterior respuesta está otra condición preconcebida que la sociedad tiene de la maternidad y de la lactancia. Algunas mujeres sienten que su embarazo las pone en un estado de vulnerabilidad en la empresa, y que por tanto, esos tres meses fueron un «regalo no merecido» que ahora deben compensar a como dé lugar.
Lo peor de la creencia, es que los empresarios y jefes también lo piensan y los círculos de poder y de ascenso se acortan para las mujeres. El llamado «glass ceiling» (techo de cristal) un concepto en inglés que habla sobre la barrera invisible que las mujeres y minorías para lograr una promoción en el puesto de trabajo.
La razón por la que más mujeres no siguen su escala profesional es muchas ocasiones puede ser porque el mismo sistema les pone ese techo invisible. Tener más meses con el bebé, quizás pueda contribuir con la disminución de esa sensación de abandona y con una mejor preparación de la familia para volver a las dinámicas laborales.
Foto: Ingimage
– Contratar mujeres:
Las brechas de salario y de contratación son cada vez más evidentes. Cuando las mujeres incursionan en el mercado laboral, ganan un 11% menos que los hombres por desempeñar el mismo trabajo. Además, los procesos de selección vienen ya cargados de sesgo.
«Tú llegas a la entrevista y tú eres tu género, y cuando un empleador ve a una mujer, ve un embarazo en potencia, lo que supone 14 semanas de licencia materna», sin producir beneficios, frente a los 8 días de licencia que le corresponden al hombre, dijo a Fucsia.co María Adelaida Perdomo, cofundadora de Aequales, consultora en inclusión y equidad de género para organizaciones.
Laura Morales, psicóloga organizacional y head hunter, reafirma este concepto. Para ella, que se amplíe el período de licencia puede afectar en la contratación futura de las mujeres:
«Si bien es ilegal que un empleador exija un examen de embarazo para el ingreso de un empleado o que se pida que no se embarace durante determinado tiempo, este proyecto puede poner un obstáculo más en la contratación de mujeres», afirma.
Y añade: «La ampliación de la licencia sí puede afectar porque más tiempo fuera de la oficina lleva a sobrecostos de la empresa. Implica tener un reemplazo, por ejemplo, y a movilizar muchas funciones. Además, no sólo es el parto y la maternidad posterior, sino todo el proceso de permisos, de días sin ir a trabajar por alguna molestia, etc».
El proyecto no contibuye a equiparar el cuidado de los bebés. Foto: Ingimage
– La triple jornada y otros aspectos sexistas:
El proyecto tiene un espíritu positivo, pero no soluciona la inequidad en el cargo de los hijos.
Se entiende que las mujeres al ser las proveedoras naturales de los bebés tengan que estar más tiempo con ellos, pero 8 o 15 días de licencia para un papá no sólo es irrisorio sino humillativo y contribuye a reforzar la creencia de que las mujeres deben ser las encargadas del cuidado de todos: niños, jóvenes y ancianos.
Para una mujer que además trabaja, los tiempos se convierten en lo que denominan “la triple jornada”: la remunerada, la de las labores del hogar, y la del cuidado de otros.