El presidente del Grupo Sura, David Bojanini.
El reconocido empresario David Bojanini manifestó que el avance de la economía colombiana de los últimos años ha impulsado el crecimiento de un sinnúmero de sectores e industrias, sin embargo, muchas compañías ven afectada su competitividad porque no logran encontrar mano de obra calificada.
“Con la tasa de cambio que tenemos se reactivan sectores como la industria de la confección y no encontramos operarios capacitados para asumir la producción de prendas de vestir”, añadió Bojanini, quien preside el Grupo de Inversiones Suramericana.
El directivo reconoció que esta problemática es evidente en otras industrias como la infraestructura, una actividad que se ha convertido en uno de los principales propulsores de la economía nacional debido al dinamismo que se registra en la construcción de viviendas y carreteras.
Estos no son los únicos sectores que tendrían el desafío de encontrar personal calificado. El Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de Colombia (MinTIC) ha advertido en repetidas ocasiones que el país afrontará un déficit de 93.000 ingenieros en diferentes campos para el 2018.
Bojanini aseguró que el principal detonante de la escasez de profesionales precisamente es la calidad en las diferentes etapas de la educación, la cual ha sido calificada negativamente en repetidas ocasiones por organizaciones internacionales que miden esa área.
“La gente cree que la educación es un problema del Gobierno, y en realidad le pertenece a todos los colombianos”, destacó el empresario antioqueño.
Y afirmó que el debate sobre cómo mejorar las capacidades de los estudiantes debería “ocupar los titulares de los principales diarios del país” y generar una mayor discusión en la esfera pública.
En la más reciente versión de las pruebas Pisa, aplicadas en el 2012 por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), Colombia se sitúo en la posición número 62 entre 65 países, con una puntuación de 376 puntos.
Los grandes desafíos que tiene el país en el campo de la educación han originado un debate en torno a la creación de un nuevo impuesto para solventar las supuestas necesidades que tiene este sector.
Esta situación resulta paradójica si se tiene en cuenta que el Gobierno destinó $29,4 billones a la educación este año, lo representa un 7,5% frente a lo asignado en 2014. El monto, equivalente al 3,6% del Producto Interno Bruto (PIB) de la nación, supera a los recursos destinados para la guerra ($28,1 billones).
“Los empresarios ya no podemos asumir un nuevo impuesto, así sea para la educación. Lo importante es que los recursos disponibles podamos utilizarlos de una manera más eficiente para que esto genere los resultados que queremos ver”, apuntó Bojanini.
El presidente del Grupo Sura pertenece a la junta directiva de la organización ‘Empresarios por Colombia’, una entidad fundada por Nicanor Restrepo Santamaría, quien falleció el pasado mes de marzo en Medellín.
Esta organización promueve el desarrollo de la educación desde diferentes frentes, explicó Bojanini, y argumentó que si no se genera un real compromiso desde el sector privado va a ser difícil erradicar la pobreza del país.
“Nosotros no tenemos los recursos suficientes para hacer programas que transformen la educación, pero si podemos incidir para que el Gobierno adopte algunas de nuestras sugerencias y nuestros programas piloto”, concluyó.
Finalmente, el empresario se mostró optimista por el contexto actual de la economía colombiana, al afirmar que el país es uno de los menos castigados a nivel latinoamericano y por eso no hay que entrar en “una crisis psicológica”.