A pesar del amor y de la confianza, a veces el dinero puede convertirse en una piedra en el zapato en una relación por varias razones: permite saber cómo una persona se prepara para el futuro y a la vez a qué le da prioridad.
Entonces, la evaluación empieza desde la primera cita: a dónde van a verse y quién paga la cuenta. Luego, con el paso del tiempo, se empieza a evaluar qué tan “tacaño” es el otro, en qué gasta el dinero, si se la pasa siempre endeudado y qué tanto puede ahorrar si el plan es hacer un viaje en el futuro. Todo eso se acumula para saber si puede llegar a ser o no compatible una persona.
Ya es hora
Quizás muchas parejas no quieren ni piensan hablar de eso, sino hasta que estén realmente seguras de que su pareja será la de toda la vida. Pero los millenials están cambiando esto y ya ponen el dinero como un tema de conversación, porque permite una mayor compatibilidad.
Esto en parte se respalda por una encuesta realizada por Money, de Time, que señala que “una sincronía financiera puede ayudar a lograr no sólo una mayor estabilidad financiera, sino una mayor satisfacción marital”.
Y aunque se puede tener la percepción de que ambos están sintonizados, siempre está esa piedrita en el zapato que muestra lo contrario. Cuando no hay concordancia entre lo que ambos piensan y proyectan, surge el problema. Quizás una de las técnicas más usadas, entonces, es “la ley del hielo” –como señala Money- o que alguno de los dos termina alejándose.
Para evitar este tipo de situaciones, aquí puede encontrar algunas pautas para poner en práctica:
• Identifique argumentos
Si necesita alejarse, hágalo. La recomendación del experto consultado por Money, es que igual siempre tendrá que acercarse nuevamente y hablarlo. Incluso, lo conveniente sería acercarse ofreciendo una disculpa ya que, como pareja, usted tiene el 50% de responsabilidad en la pelea.
Luego de eso, hable claramente de por qué considera que no es conveniente la decisión de dinero por la que están peleando. Calmadamente, haga un recuento de las cuentas que tienen pendientes, del presupuesto y entre los dos, evalúen si hay posibilidades de ceder o ponerse de acuerdo. Así mismo, consideren necesidades futuras.
• Enfóquese en la preocupación y no en la pelea
Uno de los principales errores en una pelea es cuando su objetivo es simplemente ganar, a toda costa y se toma las cosas a nivel personal. Recuerde ante todo el bienestar de usted y su pareja, así como los planes a futuro. Aunque suene algo difícil de hacer en el momento, lo mejor es anotar en un papel la razón por la que pelean.
Luego, establecer unas reglas de “tú hablas y luego yo lo hago” sin interrumpir en los respectivos turnos, con sus respectivas razones y motivos. Si usted involucra números y cálculos, podrá darse a entender mucho mejor.
• No se cierre
Dadas las distintas condiciones económicas en las que cada uno fue criado, puede que para cada uno también haya preocupaciones distintas que no son fáciles de entender. A veces lo único que se necesita es una palabra de aliento de “lo vamos a lograr” y mostrar un camino para hacerlo.
• Independencia financiera
Una de las estrategias de muchas parejas es que a pesar de que actúan como un solo hogar, las responsabilidades se establecen y, de ahí en adelante, cada uno puede hacer con el restante de su dinero lo que deseen, sin prejuicio alguno. Así, proponer esta nueva norma y adaptarla a sus vidas les permitirá concentrarse en los objetivos en común y no en las diferencias.