Estar enfocado es clave antes de aplicar la emoción adecuada.
Cuando la meta de negocio a cumplir se define con claridad, se facilita la elección de la emoción correcta.
Capítulo aparte merece en el análisis del experto Andrés Cadena el enfoque como la condición previa para dar con la emoción correcta.
Este es considerado uno de los pilares del éxito. Enfocarse es propio de personas cuyo pensamiento está orientado ciento por ciento al logro y a lo que van a lograr.
Explica que “muchas personas hablan de lo que no quieren, de lo que no desean, de los problemas que quieren evitar. Pero hay presidentes y gerentes que, más bien, dicen lo que quieren lograr. Hablan de tener personal entrenado, de aumentar sus ventas”, .
En síntesis, resume, el enfoque consiste en dirigir los pensamientos hacia aquello que se va a lograr.
“Lo que pude ver de ellos – los ejecutivos analizados – es que cuando están completamente enfocados en lo que van a lograr acceden a la emoción correcta” dice.
Y agrega que con esto se puede deducir que la emoción depende del enfoque.
Si son personas orientadas a lo que van a lograr acceden a estados de seguridad y si son personas que están orientadas a solucionar inconvenientes acceden a estados de tranquilidad.
Si son personas que están orientadas a desafiar las probabilidades o a subir los estándares, porque no se conforman con las metas que les impone la organización, se rigen por sentimientos de seguridad.
“Lo que he podido ver es que la emoción es una habilidad y depende directamente del enfoque”, señala Cadena. Desde su perspectiva, añade que cada vez que el individuo se enfoca en lo que no quiere para su vida accede a la dimensión del miedo, la inseguridad o la ansiedad.
Por último, dice que el concepto de optimismo puede estar relacionado “siempre y cuando se aprenda a reconocer la realidad. Hay gente que es positiva y optimista, pero hay que identificar el origen de los problemas e identificar la realidad”.