Los sabores, la calidad y las referencias pueden ser motivaciones para escoger un restaurante. Pero muchas veces, sin darse cuenta, usted termina pidiendo los platos más costosos. Vea por qué.
El diario Confidencial, de España, señala que los restaurantes tienen ciertas estrategias para hacer que sus comensales consuman más:
1. No acompañar los precios del símbolo de la moneda
En el caso colombiano, del signo pesos ($). Esto, según una investigación de la Escuela de Hostelería de la Universidad de Cornell, pues el sólo símbolo hace que la persona sea más consciente del precio y lo asocie con el ahorro.
2. Establecer los precios en múltiplos de cinco
Los precios que siempre terminan en 9, se consideran de baja calidad y se relacionan con más altos costos (por ejemplo: $9.999), mientras que el número medio, el 5, representa un precio medio.
3. Describir los platos al máximo
La descripción específica de los sabores, alimentos e ingredientes hacen que sea mucho más atractivo el plato, por lo que su precio “lo justificaría más”.
4. Poner nombres propios a los platos
Las connotaciones familiares y caseras (“el postre de la abuela Rosa, por ejemplo) generan confianza y juegan con las emociones para hacer que usted se antoje.
5. Autenticidad con indicaciones geográficas
Nombrar la procedencia de la receta hace que resalte la supuesta calidad o dificultad con la que fue elaborada el plato.
6. Acompañar los platos estrella con una fotografía
Destacar visualmente llama más la atención del comensal. Por lo general, son los platos más costosos.
7. Situar platos más rentables en la parte superior de la página impar
Esto, basado en estudios sobre patrones de lectura. Por lo general, las personas al abrir cualquier publicación escrita centran su atención en lo que está en la parte superior derecha, prestándole más atención a lo que esté allí.
8. Tener música de ambiente
El Confidencial menciona una investigación de la Universidad de Leicester, en la que señala que los restaurantes con música clásica siempre cobran más, pues les genera a los clientes una sensación de tener más dinero.