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Ayudas para los emprendedores: ¿oferta y poco resultado?


El 78 % de quienes son reconocidos se motivan e impulsan a los demás.

El país contó el año pasado con alrededor de 1.060 millones de dólares, unos dos billones de pesos, para apoyar iniciativas de desarrollo lideradas por individuos o entidades públicas y privadas.

Emprender es una de las modas más antiguas del mundo. Es más, está claro que la humanidad se ha dedicado toda la vida a emprender, hasta el punto de que muchos gobiernos, empresas privadas y organizaciones civiles internacionales optaron por impulsar el emprendimiento, creando programas de apoyo, principalmente en capacitación y financiamiento de proyectos.
Y Colombia no ha sido la excepción.
El país contó el año pasado con alrededor de 1.060 millones de dólares para apoyar iniciativas de desarrollo lideradas por individuos o entidades públicas y privadas.
Aunque hay muchos ejemplos para mostrar, no todo ha sido color de rosa. Buena parte de los recursos no llega a su destino por distintas causas, según un reciente estudio difundido en Bogotá.
Este monto “correspondió a becas, cursos, investigaciones, licitaciones, premios y subvenciones a las cuales los colombianos pudieron acceder el año pasado”, dijo a la agencia de noticias Efe Juan Carlos Lozano, autor del informe “Panorama de oportunidades de apoyo al desarrollo”, que analizó las convocatorias publicadas durante 2014 en el país, de apoyo a los emprendedores. El investigador de la firma Azaí Consultores señala que “no se sabe cuánto de ese dinero realmente se les entregó el año pasado a quienes son reconocidos como emprendedores”, pero admitió que la hipótesis de la investigación “es que la buena parte no logró ser desembolsada”.
Entre los factores que evitaron que estos recursos alcanzaran su destino figuran la poca preparación para la formulación de proyectos y la falta de información clara, a tiempo y por igual en todo el territorio nacional.
Por temas, el estudio permitió encontrar que la mayor cantidad de ayudas estuvo dirigida a ‘desarrollo humano’, con 550 millones de dólares (52 %), seguido por ‘desarrollo social, género e inclusión’, con 241 millones de dólares (23 %).
Además, los recursos se destinaron a desarrollo rural y medioambiente y a desarrollo del sector financiero y privado -del que hacen parte los emprendimientos y las micro, pequeñas y medianas empresas, con 38,8 millones de dólares (4 %).
Los recursos para el desarrollo en 2014 procedieron de Estados Unidos, que aportó 376 millones de dólares; Colombia (328 millones de dólares), organismos multilaterales (236 millones), Reino Unido (41 millones), España (21 millones), México (13 millones) y Canadá (11 millones), entre otros.
Lozano destacó que el hecho de que Colombia sea segundo en la lista de procedencia de los dineros demuestra que “está dejando de ser receptor de ayuda y de cooperación internacional para convertirse en una nación que otorga recursos a sus ciudadanos a través de entidades como iNNpulsa, Colciencias, el MinTIC y el Ministerio de Cultura.
“En los próximos años es muy viable que los aportes para el emprendimiento y la innovación social se incrementen sustancialmente debido a que cada vez más en el país se invierte en el bienestar de la gente”, consideró el investigador.
El experto anticipó que Azaí Consultores trabaja en el desarrollo de la aplicación “innpactia”, que recopilará las convocatorias para evitar que se sigan perdiendo oportunidades que le pueden cambiar la realidad a un emprendedor o a una organización social.
COLOMBIA TENDRÁ UN NUEVO CENTRO PARA LA INNOVACIÓN Y EL EMPRENDIMIENTO 
La costa Atlántica colombiana tendrá un nuevo centro para la innovación y el emprendimiento producto de la alianza entre la Asociación Nacional de Industriales (Andi) y la Gobernación de Bolívar, cuya inversión ascenderá a los 21.000 millones de pesos durante el primer año de ejecución.
“Este proyecto es una apuesta para fortalecer la región Caribe y busca generar capacidades regionales a largo plazo, además de incluir a la sociedad en la construcción de un mejor porvenir teniendo como apuestas a la innovación y al emprendimiento”, explicó recientemente el presidente de la Andi, Bruce Mac Master.
La Gobernación de Bolívar será la encargada de proporcionar la sede del nuevo espacio en la ciudad de Cartagena mientras que la Andi se encargará de estructurar el proyecto a través de la Dirección Nacional de Emprendimiento. El anuncio se hizo en el marco de la cuarta versión de «Colombia Genera», evento organizado en Cartagena por la Andi para dialogar sobre petróleo, minería, gas y energía.
El centro de innovación contará con el apoyo de la corporación pública Ruta N, institución que ha servido de plataforma para potenciar la innovación y el emprendimiento en Antioquia.
El centro se presentará al Órgano Colegiado de Administración y Decisión (OCAD) regional para buscar recursos provenientes de las regalías y tendrá un valor cercano a los 21.000 millones de pesos para el primer año, cifra que incluye el edificio proporcionado por la Gobernación.
“Con esta apuesta se busca generar un positivo y rápido impacto en el Caribe colombiano ya que el emprendimiento y la innovación son dos de las herramientas principales para que una economía genere empleo, conocimiento y desarrollo”, añadió Mac Master.
INNOVAR AYUDA A OTRAS EMPRESAS 
Cuando alguien lanza al mercado un producto o servicio novedoso no solo se está logrando su propio éxito, sino quizás el de todos los que lo usan como solución a sus necesidades. Por eso, decir que el mundo ha vivido de los innovadores es una verdad irrefutable.
Podríamos enumerar muchos íconos de la innovación, empezando por la rueda, las máquinas, la televisión, la aeronáutica, la radio, la telefonía fija y móvil, al igual que internet.
Los grandes innovadores están plenamente identificados en el mundo. Sin embargo, no menos valioso es el aporte hecho por pequeñas empresas, que casi siempre nacen como unipersonales, y que, con sus innovaciones contribuyen a solucionar problemas puntuales de la sociedad.
Por ejemplo, convencida de que la felicidad laboral es un negocio rentable, Glüky, una empresa fundada en Medellín, se alista para llevar a Perú y México una plataforma tecnológica que desarrolló para reconocer a los trabajadores por cumplir las metas de la organización.
Glüky, cuyo significado en alemán es felicidad, se ha convertido en líder en el mercado colombiano en el desarrollo de estrategias de incentivos, fidelización y motivación laboral, bajo la premisa de que las personas invierten más del 50 % de su vida en el trabajo. Esta firma, que arrancó con un capital de cinco millones de pesos (2.077 dólares) y es producto de una tesis para una especialización, cerró el 2014 con una facturación de seis millones de dólares y aspira a tener un crecimiento del 50 % para finales de este año.

Su fundador, Juan José Mesa, dijo a Colombia.inn, agencia operada por EFE, que la plataforma funciona como “una red social de incentivos que permite reconocer y recompensar a las personas por ciertas acciones, como cumplir su meta comercial, proponer ideas innovadoras, capacitarse, cumplir años, así como actitudes y comportamientos”.
En la plataforma el trabajador encuentra la explicación de la estrategia que su empresa está ejecutando, las formas de ganar recompensas, la meta del mes, el escalafón de posiciones por cumplimiento de objetivos y el historial de sus reconocimientos.
Para mediados de este año esperan lanzar una “moneda de lealtad” que les permita a los trabajadores acumular dinero virtual según el cumplimiento de sus metas para hacer compras en empresas aliadas, así como una red de beneficios como descuentos a sus usuarios. 

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